Bienvenidos a la Agencia de Desarrollo y Diseño de Nación (ADDN), la fuerza impulsora detrás de la integración, la transformación de la gobernanza y la sociedad en El Salvador.
La ADDN no es una organización pasiva, sino una fuerza de acción, un puente entre el Gobierno central y los gobiernos locales y nuestra gente. Fue creada por el Presidente Nayib Bukele con una visión singular: transformar El Salvador en una nación donde cada ciudadano, en cada cantón y caserío, esté conectado con un gobierno que no lidera desde arriba, sino que trabaja con y para la gente.
Tal como se detalla en su decreto fundacional:
“Art. 2.- La Agencia tendrá la facultad de diseñar, diagnosticar, planificar, programar, coordinar, dar seguimiento, medir, analizar y evaluar planes, programas y proyectos transversales hacia el desarrollo integral, con miras al progreso económico, humano y natural.”
Y bajo el Artículo 3, la Agencia tiene facultades no solo para desarrollar proyectos, sino para “conceptualizarlos con una visión superior, asegurando que cada plan esté alineado con el lugar, sitio y región que sirve.”
No es una Agencia de trámites burocráticos del pasado.
Es el trabajo de reconstruir una nación en tiempo real con la ADDN, como el puente que conecta los municipios, instituciones gubernamentales, no gubernamentales, organizaciones comunitarias y el sector privado, para crear un sistema unificado que sirva a la gente.
LECCIONES DE LA HISTORIA
Los Estados Unidos revolucionaron la gobernanza democrática, pero incluso después de su Guerra Civil hace 160 años, las profundas divisiones permanecieron. Lo sé de primera mano.
Cuando regresé a casa de Vietnam, vi un país aún fracturado por prejuicios regionales—el norte contra el sur, hermano contra hermano. La guerra había terminado, pero las divisiones permanecían.
Y esta es la dura verdad sobre el conflicto civil:
La batalla no termina con la paz; la verdadera lucha comienza con la reconciliación: la integración verdadera.
Y por eso existe la ADDN.
El Presidente Bukele lo entiende mejor que nadie. Su liderazgo no se trata de política, se trata de unir una nación que una vez estuvo rota. Él sabe que la gobernanza no se trata de gobernar desde lo alto, sino de conectar al gobierno central con cada municipio, cada distrito, cada iniciativa local, cada líder del sector privado y cada ciudadano para construir una nación que prospere como una.
Por eso, la ADDN está vinculando a las municipalidades, ADESCO, MUSSAL, RIES, PROLAGO, Acción Climática y otras iniciativas lideradas por la comunidad y sociedad civil con participación de las empresas privadas y las instituciones gubernamentales. Estamos empoderando todo nuestro sistema de gobernanza y sociedad, asegurando que ningún salvadoreño se quede atrás, ya sea en el cantón más pequeño o en el corazón de San Salvador.
UN NUEVO EL SALVADOR: RECONCILIADO Y FUERTE
Una parte fundamental de la visión del Presidente Bukele ha sido unir a los veteranos del conflicto civil de El Salvador, no solo en nombre, sino con un propósito.
Aquellos que una vez lucharon como enemigos, que una vez derramaron sangre en lados opuestos de una trágica división, ahora están juntos como hermanos, no unidos por ideologías pasadas, sino por un compromiso compartido con el futuro de esta nación.
Esto es reconciliación.
Esto es sanación.
Y esto es exactamente por lo cual la ADDN está construida para lograr.
La guerra ha terminado.
La división ha terminado.
El tiempo para la unidad es ahora.
El futuro es nuestro para construir.
Pero seamos honestos: este no es el sistema que heredamos.
Heredamos una nación despojada de su futuro.
Heredamos más de 27 mil millones de dólares en deuda, un país con una agricultura fallida, infraestructura en ruinas, agua no potable y un gobierno que había abandonado a su propio pueblo.
Heredamos a cuatro presidentes presos o exiliados, cada uno símbolo de la corrupción, ineficiencia y traición que mantuvo a El Salvador encadenado por demasiado tiempo.
Y aun así, cuando finalmente tomamos acción, el mundo se atrevió a criticarnos.
Cuando recuperamos nuestras calles, cuando desmantelamos los sistemas corruptos que mantenían a nuestro país secuestrado, nos condenaron.
Antes de actuar llamaban a El Salvador un estado fallido.
Cuando tuvimos éxito, nos acusaron de ser demasiado severos.
Pero no actuamos para ellos.
Actuamos para nosotros.
EL SALVADOR HA CAMBIADO Y EL MUNDO LO HA NOTADO
Gracias al liderazgo del Presidente Bukele, no solo estamos avanzando, estamos saltando hacia adelante.
Y el mundo lo está observando. Como mencionó el Presidente de manera tan contundente: ‘Por un milagro, hemos saltado fuera del agua hirviendo.’
Pero seamos claros: Este milagro no ocurrió por casualidad.
Ocurrió porque elegimos luchar por ello.
Porque rechazamos el pasado y construimos algo nuevo.
Porque elegimos la unidad sobre la división, la acción sobre las palabras y la victoria sobre la rendición.
Y ahora, como un pueblo unido-vinculado desde los distritos hasta los municipios, desde el sector privado hasta el gobierno central, debemos elevarnos juntos.
Porque esta vez, la historia no será escrita por otros.
Esta vez, seremos nosotros quienes la escribiremos.